Pocas relaciones hay más complicadas que la que existe entre la mujer y el vino.
El vino se convirtió en un elemento básico de las “noches de chicas” y de las cenas llenas de conversaciones durante la universidad, y de las horas felices en la oficina una vez que te unes a la fuerza laboral.
Como alguien que forma parte sólida de la generación de mujeres que vieron “Sex and the City” unos buenos 15 años antes de cumplir los 30, y como alguien que aspiraba a ser una de esas fabulosas damas de Nueva York que tenían conversaciones profundas con sus amigas, mientras tomábamos una copa: siempre he visto el vino principalmente como un medio de conexión y relajación. También siempre me ha parecido un ritual muy femenino.
En los últimos años, el tropo de las “damas bebiendo vino” ha inundado la cultura popular. Una copa de vino es el ritual nocturno de Tami Taylor: Maya Rudolph le cuenta a Kristin Wiig sobre su compromiso en su “fiesta de revistas y vino” en “Bridesmaids”, y el equipo de “Cougar Town” lo bebe con tanta regularidad que cuando el personaje de Courteney Cox, Jules, decide abstenerse durante unos días, su mejor amiga le dice: “Nada podría hacerme dejar de amarte, excepto que no bebas”.
Amigos del vino
El vino significa cosas diferentes para diferentes mujeres. Puede hacernos sentir hermosas o ser lo que nos ayuda a calmarnos, abrirnos o conectarnos con nuestros compañeros. A menudo, la conexión emocional de las mujeres con el vino es benigna y positiva, pero como ocurre con cualquier sustancia, el rito diario tiene un lado más oscuro. Y mientras que nadie dudaría en declarar que alguien que toma vasos de vodka con hielo todas las noches tiene un problema, hacerlo con vino parece más inofensivo y es, sin duda, más aceptable socialmente.
Durante la última década, muchas escritoras han discutido la forma en la que el alcohol (y el vino en particular) se ha convertido en un elemento para que las mujeres pasen el día, especialmente cuando ese día incluye un número cada vez mayor de tareas y roles y la presión de completarlos todos con una sonrisa en la cara.
“Ya sea que el efecto sea fisiológico o psicológico, una copa de vino me calma: está bien, puedo soportar esto si primero tomo una copa”, escribió Laurie Abraham en un ensayo extraído por Elle en 2006. Y la directora del programa de adicción para mujeres de la University Health Network de Toronto le dijo a The Daily Beast en octubre de 2013 que el único hilo común que ve entre las mujeres profesionales que ingresan a su programa es el “perfeccionismo”.
Las empresas vitivinícolas han explotado esta verdad y han comenzado a diseñar campañas de marketing que abordan explícitamente el estrés que sienten las madres trabajadoras. En 2012, el New York Times informó que la marca de vino Cheateau Ste. Michelle presentó una campaña publicitaria dirigida a mujeres, que incluía el siguiente texto: «Es donde vuelves a ser tú: no mamá, ni colega, ni chofer, ni cocinera, ni limpiadora».
8 Pasos para enamorarse del vino para siempre
Creemos que debes crear tus propias reglas en lugar de vivir según las de otra persona. Dicho esto, aquí hay algunas sugerencias que creemos que vale la pena seguir y que solo ayudarán a mejorar la experiencia y el disfrute del vino:
- No cometas el pecado de beber solo un estilo. ¿Solo comes un tipo de comida o usas un tipo de calzado? Entonces, aprovecha la oportunidad para ampliar tus horizontes y sumergirte en la gran cantidad de vinos que existen.
- No te dejes engañar creyendo que el vino es malo. Esto generalmente se relaciona con la cantidad más que con la calidad. No compres bebidas baratas y desagradables. La vida es demasiado corta. Gasta aproximadamente EUR 15 en una botella, comparte y disfruta. ¡Recuerda que lo vales!
- No permitas que la gente te diga lo que te debe gustar y lo que no te gusta. Sé sincera contigo misma. Está bien escuchar sugerencias, pero si algún snob del vino usa palabras que normalmente solo se encuentran en la RAE, entonces sonríe cortésmente y recuérdale que eres una mujer que sigue su propio criterio.
- No llenes el vaso hasta arriba, incluso si el vaso es pequeño. Podrías derramarlo. Y te hace parecer codiciosa.
- Maridar comida y vino es divertido y satisfactorio, pero no te sientas presionada por ello ni por ninguna de las llamadas reglas. Sigue algunas y experimenta.
- Cuanto más enfríes el vino, tendrá menos aroma y menos sabor. Así que está bien poner un vino en el congelador para que se enfríe rápidamente, ¡pero 5 minutos como máximo!
- No te dejes engañar pensando que el corcho es mejor porque es tradicional. Cada día se producen mejoras y creemos que los tapones de rosca son una de ellas.
- Finalmente, la mejor manera de enamorarte del vino es siguiendo nuestro lema. “Bebe lo que te haga feliz, con gente que te haga reír”.
Ahí lo tienes. Algunos principios rectores. ¿Hay alguna sugerencia que hayas probado y demostrado en términos de aprovechar al máximo el vino y que agregarías a esta lista?
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